
El libro tiene cuatro capítulos en los que se profundiza en el desarrollo de la comunicación en los niños y el proceso natural de adquisición del lenguaje oral y escrito hasta los 6 años de edad. Además, el segundo capítulo está dedicado al cambio de lengua hogar-escuela, cada vez más frecuente en aulas con alto número de inmigrantes con lengua materna distinta al castellano.
En los siguientes capítulos se analiza qué es leer y qué es escribir para poder profundizar ya en el aprendizaje y enseñanza de la lectura y escritura. Siempre desde la funcionalidad de estos procesos, se detalla nuestra función como maestros, agrupamientos más adecuados, materiales, métodos y muchas propuestas de actividades.
Por último, encontramos un capítulo dedicado a la literatura en la etapa de Educación Infantil, interesante y necesario para evitar que el contar cuentos y visitar la biblioteca de aula sea una actividad de relleno para los últimos minutos de clase o cuando terminan una ficha.
De acuerdo con la línea de trabajo que proponen las autoras de este libro, en mi aula tenemos en la biblioteca libros elaborados por ellos sobre los distintos temas que vamos trabajando. Uno de ellos es este libro de adivinanzas.
En el primer trimestre, mis alumnos de 5 años llevaron a casa plantillas diferentes para que cada niño, con ayuda de su familia, escribiese una adivinanza y decorase la hoja. Cuando las trajeron, las fueron leyendo y con todas formamos este libro para la biblioteca de aula.
Podéis descargar 23 plantillas diferentes para escribir las adivinanzas en el siguiente álbum:
Les encantan las adivinanzas y más aún leer las que escribieron sus amigos, recordar quién la hizo y cómo coloreó su marco. Han ido acudiendo al rincón de biblioteca a leerlo en diferentes momentos del curso, según han ido avanzando en el proceso de aprendizaje de la lectura. Además, ha sido un interesante material de juego simbólico ya que cuando van en parejas al rincón, un niño hace de profe y lee las adivinanzas a su amigo, que atentamente las escucha y dice la solución; para después, cambiar los papeles.
Les encantan las adivinanzas y más aún leer las que escribieron sus amigos, recordar quién la hizo y cómo coloreó su marco. Han ido acudiendo al rincón de biblioteca a leerlo en diferentes momentos del curso, según han ido avanzando en el proceso de aprendizaje de la lectura. Además, ha sido un interesante material de juego simbólico ya que cuando van en parejas al rincón, un niño hace de profe y lee las adivinanzas a su amigo, que atentamente las escucha y dice la solución; para después, cambiar los papeles.
Sin duda, una actividad mucho más sigmificativa para los niños que llevar a casa fichas de deberes para copiar en pautas frases sin sentido.